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Dentro del entramado complejo financiero de las empresas, el impuesto sobre sociedades no pasa desapercibido. Forma parte de la estructura fiscal para las empresas, jugando un papel crucial en la contribución económica. Por tanto, su correcta comprensión y gestión son esenciales para que la actividad económica y fiscal de la empresa continúen su labor. Así que has venido al lugar indicado para entender para qué sirve y cómo contabilizar el impuesto de sociedades paso a paso. ¡Quédate y toma nota!
El impuesto de sociedades va más allá de ser un tributo a abonar al Estado. Se trata de un reflejo de la participación activa y responsable de las empresas en el desarrollo de la sociedad. Significa optimizar la gestión financiera para conseguir un equilibrio sostenible entre el crecimiento empresarial y las obligaciones tributarias. Dentro de este contexto, vamos a conocer cómo contabilizar el impuesto de sociedades de manera correcta puede ser un factor determinante en el éxito y estabilidad de cualquier empresa.
Dentro del sistema tributario español, existen múltiples tipos de impuestos: impuesto sobre actividades económicas, impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF), impuesto sobre sucesiones o impuesto sobre el valor añadido (IVA). El tributo directo que nos concierne en este post es el impuesto sobre sociedades. Se trata de un tributo de carácter directo y de naturaleza personal que grava la renta que las sociedades y demás personas jurídicas, así como lo dice el BOE, ha obtenido por su actividad producida sobre el año anterior. En otras palabras, el impuesto sobre sociedades consiste en pagar a la Agencia Estatal de Administración Tributaria de España (comúnmente conocido como Hacienda) los beneficios obtenidos por la actividad realizada por la empresa.
Se trata de un impuesto que se aplica en toda España, menos en los regímenes tributarios forales de las comunidades autónomas del País Vasco y la Comunidad Foral de Navarra. Según el art. 31 de la Constitución española, se impone la obligación de contribuir al sostenimiento de los gastos públicos conforme a la capacidad que tenga cada contribuyente. ¿Y cómo se contribuye? A través del pago de tributos como es el Impuesto de Sociedades. Por este pago de impuesto, el Estado obtiene ingresos para cubrir todos sus gastos.
Para visualizar mejor las características:
Hemos mencionado que tienen que ser personas de carácter jurídicas. Por tanto, las formas jurídicas que son sujetos pasivos de pagar dicho impuesto (se excluyen aquellas sociedades civiles que no tengan objeto mercantil). Veamos quienes son:
Ya entendido el concepto básico de lo que es el Impuesto sobre sociedades y a quiénes les afecta, veamos cómo contabilizar el impuesto de sociedades. Contabilizarlo significa trasladar a un asiento contable (o varios) la liquidación que se ha realizado del mismo antes de manera extracontable. Veamos el esquema básico de liquidación para comenzar a contabilizar el impuesto de sociedades:
RESULTADO CONTABLE
(+/-) Ajustes extracontables:
Diferencias permanentes
Diferencias temporarias (por la diferente valoración contable y fiscal de un activo, pasivo o instrumento de patrimonio propio, si tienen incidencia en la carga fiscal futura)
= BASE IMPONIBLE PREVIA
(-) Reducciones en BI previa
(-) Compensación base imponible negativa de ejercicios anteriores
(- o +) Reserva de nivelación
= BASE IMPONIBLE
(X) Tipo de gravamen
= CUOTA ÍNTEGRA
(-) Deducciones por doble imposición
(-) Bonificaciones
= CUOTA ÍNTEGRA AJUSTADA POSITIVA
(-) Deducciones por inversiones, por creación de empleo y por contribuciones a sistemas de previsión social empresarial
= CUOTA LÍQUIDA
(-) Retenciones e ingresos a cuenta
= CUOTA DEL EJERCICIO A INGRESAR O A DEVOLVER
(-) Pagos fraccionados
= CUOTA DIFERENCIAL
(+) Incremento por pérdida de beneficios fiscales de ejercicios anteriores
(+) Intereses de demora
(+) Abono de deducciones por insuficiencia de cuota
= LÍQUIDO A INGRESAR O A DEVOLVER
Hay que aclarar que el resultado fiscal (lo que llamamos la base imponible sobre la que se aplica el tributo del impuesto) no coincide siempre con el resultado contable, ya que la forma de deducir y su posibilidad en determinados gastos, no son iguales en el ámbito contable y fiscal. Por tanto, aquí entra en el escenario de cómo contabilizar el impuesto de sociedades la diferencia entre permanentes y temporarias.
Cuando se realiza el cálculo de los ajustes extracontable (ver en el esquema básico) del impuesto, llega el momento de contabilizar el impuesto de sociedades. ¿Qué quiere decir este cálculo? Es tener en cuenta la base imponible negativa de todas las cuentas para compensar, las diferencias permanentes y temporarias entre el resultado contable y fiscal, deducciones, bonificaciones, retenciones, etc.
El contabilizar el impuesto de sociedades significa registrar todas las transacciones financieras y eventos económicos de una empresa en sus libros contables. Así, se registran todos los ingresos, gastos, activos y pasivos, y otros elementos financieros de la empresa. De esta manera, se va a ofrecer una visión detallada de la situación financiera de la empresa.
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